Los Indicadores Clave de Rendimiento (KPI) son los indicadores críticos (clave) del progreso hacia un resultado previsto. Los KPI proporcionan un enfoque para la mejora estratégica y operativa, crean una base analítica para la toma de decisiones y ayudan a centrar la atención en lo que más importa.
La gestión con el uso de KPIs incluye el establecimiento de objetivos (el nivel de rendimiento deseado) y el seguimiento del progreso con respecto a ese objetivo.
¿Qué hace que un KPI sea bueno?
Un buen KPI proporciona información objetiva y clara sobre el progreso hacia un objetivo final. Hace un seguimiento y mide factores como la eficiencia, la calidad, la puntualidad y el rendimiento, a la vez que proporciona una forma de medir el rendimiento a lo largo del tiempo. El objetivo final de un KPI es ayudar a la dirección a tomar decisiones más informadas.
Beneficios de KPI:
- Proporcionan pruebas objetivas del progreso hacia la consecución de un resultado deseado
- Miden lo que se pretende medir para ayudar a tomar mejores decisiones
- Ofrecen una comparación que mide el grado de cambio del rendimiento a lo largo del tiempo
- Pueden hacer un seguimiento de la eficiencia, la eficacia, la calidad, la puntualidad, la gobernanza, el cumplimiento, los comportamientos, la economía, el rendimiento de los proyectos, el rendimiento del personal o la utilización de los recursos.
- Están equilibrados entre los indicadores adelantados y los atrasados
Categorías de KPIs:
Los KPI estratégicos
Suelen ser los de más alto nivel. Este tipo de KPI puede indicar cómo va una empresa, aunque no proporciona mucha información más allá de una instantánea de muy alto nivel. Los ejecutivos son los más propensos a utilizar los KPI estratégicos, y algunos ejemplos de KPI estratégicos son el rendimiento de la inversión, el margen de beneficios y los ingresos totales de la empresa.
Los KPI operativos
Se centran en un marco temporal mucho más ajustado. Estos KPIs miden cómo va una empresa mes a mes (o incluso día a día) analizando diferentes procesos, segmentos o ubicaciones geográficas. Estos KPI operativos suelen ser utilizados por el personal directivo y a menudo se utilizan para analizar cuestiones derivadas del análisis de los KPI estratégicos. Por ejemplo, si un ejecutivo se da cuenta de que los ingresos de toda la empresa han disminuido, puede preguntar qué líneas de productos están teniendo problemas.
Los KPI funcionales
Se centran en departamentos o funciones específicas de una empresa. Por ejemplo, el departamento de finanzas puede hacer un seguimiento de cuántos nuevos proveedores registran en su sistema de información contable cada mes, mientras que el departamento de marketing mide cuántos clics recibió cada distribución de correo electrónico. Estos tipos de KPI pueden ser estratégicos u operativos, pero proporcionan el mayor valor a un conjunto específico de usuarios.
Los KPI líderes/retrasados
Describen la naturaleza de los datos que se analizan y si están señalando algo que está por venir o señalando que algo ya ha ocurrido. Consideremos dos KPI diferentes: el número de horas extras trabajadas y el margen de beneficio de un producto estrella. El número de horas extraordinarias trabajadas puede ser un KPI principal en caso de que la empresa empiece a notar una menor calidad de fabricación. Por el contrario, los márgenes de beneficio son el resultado de las operaciones y se consideran un indicador rezagado.
Conclusión
Son los indicadores clave que marcan la efectividad de las estrategias de marketing en el logro de los objetivos, basándose en cifras de visitas, clics y más.
Existen 5 KPI más utilizados, crecimiento de ingresos, ingresos por cliente, margen de beneficio, tasa de retención de clientes y la satisfacción del cliente.
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